Todomuta Studio
Re-Collectors
13 Feb 
“Toda vida se sustenta en el cúmulo de materiales diversos: Una suma en constante equilibrio como resultado de una travesía biológica. Ésta es la premisa con que Todomuta crea la serie Re-collectors.”
Todomuta Studio presenta Re-Collectors en _2B SPACE TO BE, dentro del programa off de Madrid Design Festival y Feria ARCO.
Todomuta Studio presenta Re-Collectors en _2B SPACE TO BE, dentro del programa off de Madrid Design Festival y Feria ARCO.
Frente a lo monolítico, capaz de aspirar a la perfección sin fisuras y a la respuesta creativa rotunda, sin inicio ni final, en este caso se propone la fragmentación como principio evolutivo de construcción. Lo fragmentario, al poseer la complejidad lógica de la Naturaleza, humaniza el objeto al mismo tiempo que le articula múltiples alternativas de desarrollo.
Y frente a la perfección, aquí se elige la imperfección, entendida como proceso no acabado: la idea del objeto en incesante crecimiento, capaz de generar nuevas posibilidades a partir de una raíz común. El objeto no queda aislado en sí, sino que, por su morfología evidente, forma parte de una especie con atributos comunes. Entre tales atributos, se encuentra el sueño de la dinámica. La idea de un imposible: Evocar el movimiento en lo pétreo.
Se invita al espectador a un juego imaginativo en el que se difuminan las escalas. Las dimensiones reales no importan, lo esencial es la sugerencia de otras proporciones. De ahí su más claro vínculo con la arquitectura, en el que el objeto pasa a ser una muestra de ensoñación constructiva. Alzado, tensiones, equilibrio, masas y geometrías simuladas componen y erigen la propuesta de un edificio que no lo es, pero puede serlo.
El protagonismo de la estructura expone su esqueleto, y conjuga los elementos en una coreografía ligera, flotante; una mecánica que aspira en todo momento a integrar lo orgánico en su esencia. Esa misma levedad oculta engarces y uniones, proporcionando así la sensación de que cada pieza se apoya de manera natural, sin obligación ni forzamiento. Como si afirmasen su destino en el espacio.
Una vez más la necesaria dualidad y contraste confirman su fruto. Contra el posible distanciamiento motivado por las superficies metálicas, pulidas y frías, la ilusión de movimiento, lo fragmentario y la imperfección evitan cualquier atisbo de deshumanización. Y dejan intuir, más allá de la forma aparentemente descarnada, el principio de incertidumbre que gobierna todo lo humano. Uno contempla la pieza y experimenta la inquietud de un futuro impredecible.
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