Leticia Feduchi
Puede ser sin título
25 Oct “Complejo y denso es
el bordado de las circunstancias.
Tejido de hormigas
en la hierba.
Hierba cosida a la
tierra.
Diseño de olas en el que se enhebra un tallo.”
–
Wislawa Szymborska
Estos versos del
poema Puede ser sin título de Wislawa
Szymborska inspiraron a Leticia Feduchi (Madrid, 1961) hasta el punto de dar
nombre, o no dárselo, a su producción más reciente. La presente exposición
traslada una cuidada selección de obras desde Barcelona hasta Madrid con el fin
de reflejar el momento actual de madurez que experimenta como pintora.
Sin abandonar elementos figurativos recurrentes como las frutas, Feduchi se encamina hacia una mayor abstracción en el tratamiento de las formas, las texturas y los colores, especialmente en los cuadros donde unos solitarios tejidos cobran un protagonismo insólito. Entre la abstracción de la mancha y la intuición de una figura hay un mundo de posibilidades que le permiten al observador quedarse mirando atentamente y descubrir nuevos resquicios de significado; pero a la vez se reconoce un lenguaje clásico que la pintora reinterpreta desde la contemporaneidad.
Como escribe Rosa Queralt en el catálogo de Puede ser sin título, “el interés de Feduchi en pintores como Bacon, Freud o Kitaj y su afinidad a algunos postulados vanguardistas, le hicieron sentir pronto que no existía incompatibilidad entre historia y modernidad, que una forma contemporánea de realismo era perfectamente asumible”.
Leticia Feduchi (Madrid, 1961) estudió pintura, dibujo y grabado en la escuela Eina de Barcelona, en el Istituto per l’Arte e il Restauro de Florencia, en el Círculo de Bellas Artes y en la Academia Amadeo Roca de Madrid. Francesc Artigau, Antonio López, Albert Ràfols Casamada, Xavier Serra de Rivera, Amadeo Roca, Francesc Todó y Antònia Vilà han sido algunos de sus maestros. Vive y trabaja en Barcelona.
Sin abandonar elementos figurativos recurrentes como las frutas, Feduchi se encamina hacia una mayor abstracción en el tratamiento de las formas, las texturas y los colores, especialmente en los cuadros donde unos solitarios tejidos cobran un protagonismo insólito. Entre la abstracción de la mancha y la intuición de una figura hay un mundo de posibilidades que le permiten al observador quedarse mirando atentamente y descubrir nuevos resquicios de significado; pero a la vez se reconoce un lenguaje clásico que la pintora reinterpreta desde la contemporaneidad.
Como escribe Rosa Queralt en el catálogo de Puede ser sin título, “el interés de Feduchi en pintores como Bacon, Freud o Kitaj y su afinidad a algunos postulados vanguardistas, le hicieron sentir pronto que no existía incompatibilidad entre historia y modernidad, que una forma contemporánea de realismo era perfectamente asumible”.
Leticia Feduchi (Madrid, 1961) estudió pintura, dibujo y grabado en la escuela Eina de Barcelona, en el Istituto per l’Arte e il Restauro de Florencia, en el Círculo de Bellas Artes y en la Academia Amadeo Roca de Madrid. Francesc Artigau, Antonio López, Albert Ràfols Casamada, Xavier Serra de Rivera, Amadeo Roca, Francesc Todó y Antònia Vilà han sido algunos de sus maestros. Vive y trabaja en Barcelona.