Inauguración
13 diciembre— 19:30
Benigno Soto, 14

La Senda del Barro
Fernando Alcalde


13 Dic  2023       8 Ene 2024

Este proyecto está subvencionado por el Área de Gobierno de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid.

Fernando Alcalde (Cuenca, 1958) estudiaba Geografía e Historia cuando descubrió la cerámica visitando el taller del ceramista Adrián Navarro, y este descubrimiento le lleva, en los años 80, a matricularse en la Escuela Superior de Cerámica de Manises, Valencia.

Al terminar la carrera, regresa a Cuenca y monta su taller donde trabaja piezas tanto en gres como en porcelana. Las culturas árabes y orientales, así como la observación constante de la naturaleza son una fuente de inspiración en sus obras.

Ha participado en exposiciones y ferias nacionales e internacionales: Valencia, Madrid, Barcelona, Milán, Perpignan, París, Oporto y Frankfurt entre otras.


María Martín H-Cañizares es asesora de Arte Contemporáneo y Coach Ejecutivo para procesos creativos.

Formada en Londres en Historia del Arte y especializada en Arte Contemporáneo y en Coach Ejecutivo.

Trabajó en Christie’s Londres, en la galería Jorge Mara de Madrid. En 1997 funda su propia galería de arte contemporáneo, Galería María Martín, hasta 2004 que se va a trabajar con la Comunidad de Madrid para crear un centro de recursos para artistas. Ha comisariado exposiciones para la sala Alcalá 31, la Fundación César Manrique de Lanzarote, la Fundación Telefónica de Madrid, además de proyectos personales con artistas.


_2B space to be, espacio expositivo del estudio de arquitectura y diseño Moneo Brock, tiene el placer de presentar “La Senda del Barro”, una exposición del artista Fernando Alcalde, comisariada por María Martín.

Extracto de En la Senda del Barro (2023) de María Martín, la comisaria:

Entrar [en el taller de Fernando] es sumergirse en un mundo de formas y colores. Hornos en marcha, baldas llenas de piezas esperando encontrar su color, polvo en el aire, en el suelo, en los muebles. Y una luz de septiembre, amable y tranquila que ilumina con suavidad las abigarradas estancias.

[...] Hablamos de la historia, de su historia, de su andar en la cerámica, de sus nutrientes, que van desde las tradiciones árabe y oriental, al observar una planta, o admirar una luz, de cómo cada pieza es única, en su unidad de forma y color, y hablamos del rojo. De ese color que es un reto en la cerámica.

Los profundos tonos rojos que él conoció a través de los libros, pues en la escuela de Manises en Valencia donde estudió no lo enseñaban. Y él quería más, quería lo que no tenía, quería esa belleza que los chinos habían conquistado siglos atrás. Ese rojollamado ‘sangre de buey’. Un color tan difícil de conseguir que en la antigua china era un privilegio solo del emperador, y que Fernando no solo lo consiguió a base de prueba y error, sino, que como él dice, cada vez que mete una pieza en el horno con este esmalte es una emoción descubrir lo que va a aparecer cuando lo abra, siempre es diferente, en color, en intensidad, en las manchas o vacíos caprichosos que deja.

Él comienza con una idea en la cabeza y luego se deja llevar, el gres, la             porcelana, el esmalte van marcando la senda. Es una creatividad conjunta         entre él y el material, entre el artista y la naturaleza. Un diálogo de belleza y         armonía.