Inauguración
4 Abr          20:00

Exposición colectiva

Fósiles Siempre
4          30 Abr 2019

“En un mundo marcado por el progreso técnico y constantes ciclos de innovación y obsolescencia, el fósil, como imagen poética, abraza una serie de ideas que, desde el arte, podemos retomar para asomarnos a posibles futuros, para cuestionarnos qué tipo de objetos serán mañana nuestra huella.” – Sofía Corrales
_2B space to be tiene el placer de presentar “Fósiles Siempre”, un proyecto expositivo de la comisaria Sofía Corrales Åkerman que reúne a tres artistas cuya obra presenta, de maneras diversas, una aproximación contemporánea y crítica a la dimensión temporal del objeto y a la relación personal que establecemos con él.

Esta exposición es la tercera de nuestro año de mujeres 2019, subvencionado por el Área de Gobierno de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid.


Artistas participantes: Manuela Lorente Cort, Esther Merinero y Elisa Pardo Puch.

Fotografias de Claudia Maturana.




Texto curatorial

“W.J. T. Mitchell hablaba, en su libro Qué quieren las imágenes (2005) sobre el fósil como objeto que ocupa las frontera naturaleza/cultura, objetivo/subjetivo. Un elemento cuyo proceso de formación es natural, pero sobre el que, a su vez, proyectamos una dimensión temporal y preciosa desde el conocimiento histórico y científico. Esculpido por la petrificación, es ventana a un tiempo desvanecido que sólo se carga de simbología y valor, deviniendo imagen, a través de la mirada humana. Temporalmente, el fósil materializa un colapso del tiempo pasado y el presente, un espacio donde estas capas de vida existen simultáneamente.

La exposición Fósiles Siempre reúne a tres artistas cuya obra presenta, de maneras diversas, una aproximación contemporánea y crítica a la dimensión temporal del objeto y a la relación personal que establecemos con él. Así exposición se configura en dos capas; una capa individual, -en la que cada pieza presenta una respuesta o interpretación -, y una global, en la que estas convergen generando una nueva composición colectiva.

Manuela Lorente presenta Desequilibrios (2019), una serie fotográfica en la que, valiéndose de objetos de cristal, retrata la fragilidad del equilibrio, la brevedad de lo estable, el ritmo con que las formas se distorsionan. A través de aspectos formales, su obra habla también sobre la capacidad del medio artístico de procesar el tiempo de manera alterna. Partiendo de un constante juego con las posibilidades compositivas de estos objetos, sus fotografías nos asoman a breves momentos congelados, a instantes de equilibrio, y a la extrema relatividad de nuestra percepción.

Por otra lado, remitiendo a objetos domésticos como edredones y cortinas, al mundo artesanal frente al industrial, la instalación de Elisa Pardo Puch alude visualmente a los álbumes en los que se ordenan colecciones de objetos como sellos, monedas, o postales. Su trabajo gira entorno a las posibilidades que uno tiene de hacer e intervenir en un mundo en el que los objetos que nos acompañan en la intimidad son fabricados bajo condiciones de un sistema necro-capitalista.  De aproximación irónica, su pieza plantea una acercamiento crítico a las nociones de sostenibilidad, perdurabilidad, y ética en los sistemas de producción.

Por último, Esther Merinero presenta ‘my phone run out of battery but I still remember your hand’ (2019). La instalación da cuerpo al vacío espacial entre dos objetos; su móvil y su mano. Nace del espacio que separa las partes. La pieza parte de una experiencia personal para plantear una reflexión sobre la el creciente vínculo entre nuestra personalidad real y virtual. Un objeto como el móvil alberga en él recuerdos, vivencias, y otra forma de nuestra presencia. Depositamos y construimos en él parte de nuestra identidad. De tono más nostálgico, la instalación dirige  la atención hacia la manera en que la tecnología afecta y condiciona nuestra identidad y sobre la dependencia emocional hacia que esto provoca.

En un mundo marcado por el progreso técnico y constantes ciclos de innovación y obsolescencia, el fósil, como imagen poética, abraza una serie de ideas que, desde el arte, podemos retomar para asomarnos a posibles futuros, para cuestionarnos qué tipo de objetos serán mañana nuestra huella. Habitando un momento histórico que muchos ya denominan ‘post-humanismo’, en el que la naturaleza de la raza humana está cada vez más teñida por los avances de la tecnología, la exposición plantea una aproximación artística abierta al objeto en su cualidad temporal, en su impacto personal y social, y a la manera en que determina nuestra identidad y percepción del mundo.”

Sofía Corrales Åkerman